CAMINO Y CONOCIMIENTO

A los 10 años: Luego de ver durante mi infancia, como mi Padre hacia brotar de su verdulera, tan hermosas melodías que, motivaban mi asombro y quedaba extasiado, por las belleza que transmitían sus notas y, luego de incontables cantidades de veces de haber pedido que pusieran el acordeón sobre mis piernas, sentado en el suelo, abriendo y cerrando la misma, mientras que apretaba algún botón de ella(saben que no tiene teclado), me ilusionaba con imitar a mi Padre y, ser un músico que transmitiera todo lo que sentía, fue lógico y esperable, que al llegar a esa edad, reclamara por querer aprender y, viendo que mis reclamos, no daban resultado, debido al escaso tiempo que disponía mi Padre,... tenía un amigo, unos años más grande que yo, que iba a estudiar música con un profesor particular, entonces, decidí acompañarlo y, en una de esas escapadas, que uno hace sin que los Padres sepan (rara vez me atrevía, aunque no debería ser así, igual lo hice), hablé con su maestro y, le dije que iba a tomar sus clases (no recuerdo si 2 o 3 veces por semana). Así llegó el momento de decírselo a mi Padre, que finalmente no pudo negarse, ya que Él, amaba mucho la música, así fue que, por más que mi Madre decía que era lejos (más de 20 cuadras), que debía recorrer en una bici vieja (que había usado mi Tío), igualmente se impuso el ansia de ser músico.

Tal es así, que, mi Amada Madre y Padre, me regalaron al poco tiempo de comenzar a estudiar, mi primer acordeón Silvio Soprani de 80 bajos, por lo que, dejándome absorber casi obsesivamente, por la pasión que despertaba la música en mí, estudié y avancé rápidamente y, pronto comencé a plasmar en cada tema, mi propia impronta musical.

Por lo dicho, habiendo cumplido mis 12 años, después de casi un año de animar cumpleaños caseros, llegó mi gran debut, en lo que sería mi actuación, en MI PRIMER ESCENARIO..., que, lamentablemente, fue, al principio, un gran error, transformándose luego, en... una experiencia, que sería inolvidable, ya que, ... siendo engañado por una mujer mayor, de aproximadamente 35 años, que decía dirigir una orquesta y, tenía contrato para actuar en el salón de la localidad de Chañar Ladeado (Sta.Fe), en un festival a beneficio de un *Colegio muy importante de Hermanas religiosas*, de esa localidad.... Repito, dije engañado, porque prometió que habría un baterista, que nunca llegó, igualmente otros músicos y un cantor que, tampoco jamás aparecieron, mientras que, en cada ensayo, Ella tocaba la batería, haciendo lo que podía (bastante poco y mal), mientras en cada ensayo, yo, le repetía siempre, ¿la misma pregunta... cuando vienen los demás músicos...? se acercaba cada vez más la fecha y, fue entonces, que, luego de contarme toda una historia de traiciones que le habían hecho, me pidió, si yo conocía otros músicos, que los invitara a participar, así fue que, invité al único con el que tenía relativa amistad, diciéndole, si quería integrar ese conjunto, pero era otro niño, aproximadamente 2 años mayor que yo, quien tocaba también el acordeón, aceptó y luego de hablar con Sus Padres, se incorporó Él también, junto a un guitarrista, que trajo Ella, pero aún sin cantor... El último ensayo, nos dijo que, lamentablemente no había conseguido el baterista y que, por lo tanto, sería Ella,... fue de terror para todos nosotros, porque, realmente, le faltaban 60 sobre 100 puntos, para llegar a ser digna, de tocar ese vital instrumento de acompañamiento. Para colmo de males, el día de la actuación, nos enteramos que el nombre del conjunto, era "LAS ESTRELLAS DEL JAZZ",... realmente, que falta de sentido común y colmo de falta de vergüenza, de nuestra pseuda directora.

Sentí que era mi primer gran desafío, sin las presiones y burlas de mis Compañeros, lejos de todos Ellos y, cercano al inminente comienzo, de una nueva etapa, previa a, La Escuela Secundaria.

Se imaginan... esos primeros años... sola la mayor parte del tiempo, con un niño casi siempre enfermo, en una sola pieza (era habitación, cocina, comedor y, donde, cuando llovía, también debía lavar y planchar nuestra ropa), además, lo hacía también para personas de afuera, que le daban ese trabajo, aunque también, dos o tres veces por semana, debía dejarme solo,... para Ella, poder ir a trabajar en casas de familias, porque, lo importante era reunir más dinero, para poder construir, aunque fuera una cocina, un lavadero para días de lluvia y un baño más digno, esto sucedía, porque mi Padre aún debía cuotas, de su parte en la pequeña Empresa de Transporte que había adquirido. Además, ni siquiera teníamos, aunque fuera un árbol, alrededor de la habitación, para que pudiera protegernos del sol que, en invierno, era más o menos tolerable, pero en verano, se hacía insoportable, ya que, sus rayos daban con toda plenitud sobre el techo, era casi como un horno, nos íbamos cocinando, hora, tras hora, sobre todo a la noche, cuando cerraba todo, por el gran temor que teníamos, ante tanta oscuridad que nos rodeaba. Tal es así, que, recuerdo nítidamente, una noche Ella, casi desesperada, tomó un cuchillo, y con él, rompió un vidrio de una ventana, quedando un hueco, para que entrara un poco de oxígeno. Simplemente, de las grandes cantidades de pequeñas situaciones que se daban, les contaré una,... todas las noches, yo tenía mi mirada, casi constantemente, puesta en el vidrio de la ventana, tratando de ver, cuando volvía mi Padre de su viaje, ya que la mayoría de las noches regresaba, aunque casi siempre yo me había quedado dormido en esa posición y, mi Madre me acostaba así dormido, salvo una vez por semana, que viajaban a Buenos Aires, cabe aclarar que cada viaje, les llevaba 16 horas para ir (400 km) y descargar, con otras tantas para volver, o sea que recorrían 800 km en total y, demoraban aproximadamente 30 h., viajaban como máximo a 40km.hora.-

Mil anécdotas, gestos, sacrificios y entregas de esfuerzos físicos, siempre pensando en el beneficio de mi salud, hacía por mí, fueron tantos que, sería imposible, transmitirles lo que Ella, mi inmensa Madre, hizo por mí, de tal manera es así, que, si quisiera darle una valoración, para que Ustedes pudieran alcanzar a comprender, me sería imposible, ya que, 100 de 100, queda totalmente insignificante, ¡¡¡ante !!!EL AMOR QUE MI MADRE ME BRINDÓ...!!!

Mi querida Madre, ignoraba el nombre del conjunto y, por eso, confiaba en mi capacidad (mientras yo me desgarraba por dentro), y también creía en el valor de la niñez responsable, incluyendo por supuesto a mi amigo, además el guitarrista, parecía muy buena persona, pero, desconfiaba totalmente de quien nos contrató, por eso, también creo que, en su interior, reinaba el temor, que por supuesto, ocultaba lo mejor posible, igualmente, nos animaba diciendo que saldría todo bien, ... esos 100 km. aproximadamente, más de 2 horas de viaje, por camino de tierra, parecieron años de tortura, ya que estaba todo poceado y el polvillo que absorbíamos, más la angustia que teníamos, hacían el cóctel ideal para embriagarse en un delirio de fantasmas, que no dejaban de perseguirnos.

Lo más duro fue... cuando con mucho miedo, aparecimos en el escenario, ... dos niños(jóvenes), de 12 años, un señor de 30 años como guitarrista) y, una señorita, también de más de 30 años, como baterista, por respeto a quienes me acompañaron y por mi propio respeto, omitiré detalles que realmente hoy mismo me avergüenzan mucho, realmente no se puede creer, las burlas que nuestra sola aparición provocó... imagínense la expectativa, por el rutilante nombre... *Las Estrellas del Jazz*, así en ese clima ya casi insoportable, hicimos la presentación y por fin, llegó el momento de EL PRIMER TEMA... al minuto o dos, comenzaron a llover las tapitas de gaseosas, etc. etc.... así fue tema tras tema, entre abucheos y quizás, el silencio de algunas personas que guardaron respeto por nuestra corta edad, ... entre todos quienes se burlaban, se destacaba un señor de la primera fila, que más gritaba y se reía, con fuertes carcajadas y cargaba, mientras arrojaba pequeñas cosas (recuerdo que no era muy delgado físicamente y lo detallo, aunque particularmente, jamás hice diferencia de ninguna índole, aunque en este caso, merece que puntualice ese detalle, porque parecía que a Él, no le pesaba, además lo menciono, porque en mi futuro inmediato de pocos días, terminaría siendo alguien importante, aunque les costará creerlo), ... de esa manera (totalmente avergonzados y casi destruidos) pudimos llegar, al final de nuestra primera presentación.

LUEGO DEL INTÉRVALO... Antes de subir nuevamente, se acercó a mi (aún siento una inmensa emoción que me embarga), con todo su amor, una Maestra muy joven, quizás 30 años, diciendo que era profesora de música de ese Instituto y, quería subir, solo conmigo a brindar la segunda parte de nuestra presentación, imagínense mi sorpresa... consulté con los demás integrantes que tenían terror de volver a subir... inmediatamente dijeron, ¡¡¡SI... SI...!!!

Así fue que, ante el asombro de todas/os, subí con Ella al escenario (como era muy conocida como excelente concertista, además de profesora, y muy respetada por su comportamiento), toda Ella, irradiaba una presencia casi angelical, por lo que se hizo UN SILENCIO INCREÍBLE Y SUPER RESPETUOSO... tomando el micrófono, habló de mí, y de las maravillas que da la niñez, anunciando que tendríamos a cargo la segunda presentación... palabras que merecieron un fuerte aplauso general... De esa manera comenzamos con el primer tema, y habría pasado un minuto comenzaron nuevamente a aplaudir... desde allí en adelante, tocamos desde temas melódicos y de actualidad, hasta pasodoble, ranchera y hasta tarantelas, que varios de ellos, fueron acompañados con palmas... además de los incesantes aplausos.